LA VIDA...
Me vine a esta vida sin estar segura del camino.
Con pocas ganas...
Por eso tanto desarraigo.
Con poca fe...
Por eso tanta pena.
Con poco amor...
Por eso tanta soledad.
Llegue en una noche oscura,
sin luna y sin estrellas.
Con ganas de no crecer nunca...
Y con una herida abierta a la que solo logré ponerle nombre en la adultez
-melancolía-.
Me vine, con la promesa de llegar al final
aunque doliera.
Aunque no tuviera la más mínima idea de qué hacer
(Ha sido así la mayor parte de mi vida).
Me vine con la idea de vivir como se vive en otros mundos,
de cara a la verdad,
con la sinceridad y el sentimiento a flor de piel,
y sin pizca de maldad.
Me vine disfrazada de derrota:
Con pocas ganas de nada,
con pocas ganas de nadie,
con poca fuerza...
Me vine sin tener claro cómo volver a empezar.
Cómo volver al hogar.
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