TU AUSENCIA
Me levanté con ganas de besarte,
Y ya no estabas.
Las sábanas frías me recordaron tu ausencia;
Pero el vacío en el estómago,
Y el verte partir en mi mente
Apenas al despertar,
Me recordaron que era permanente.
Me levanté con ganas de tenerte,
Y el apretar fuerte mis manos,
Tratando de recordar cómo se llenaban con tu cuerpo,
Solo me recordó que ahora están vacías:
Que te has ido,
Y te has llevado ese cuerpo,
Que alguna vez fue mio.
Me levanté con ganas de escucharte,
Y mis oídos, que están acostumbrados a tus ruidos,
Escuchan tus palabras, tus susurros,
Tus gemidos,
En todas partes.
Y que aun sabiendo que no son los tuyos,
Insisten en que estás aquí,
En que te quedaste.
Y mi alma repite tu nombre,
Como un mantra,
Para mantenerse en pie.
Me levanté con ganas de tenerte,
Y se me quedaron en ganas,
Porque tú, sin decir nada,
Habías decido que ya era suficiente.
Y ya no estabas.
Las sábanas frías me recordaron tu ausencia;
Pero el vacío en el estómago,
Y el verte partir en mi mente
Apenas al despertar,
Me recordaron que era permanente.
Me levanté con ganas de tenerte,
Y el apretar fuerte mis manos,
Tratando de recordar cómo se llenaban con tu cuerpo,
Solo me recordó que ahora están vacías:
Que te has ido,
Y te has llevado ese cuerpo,
Que alguna vez fue mio.
Me levanté con ganas de escucharte,
Y mis oídos, que están acostumbrados a tus ruidos,
Escuchan tus palabras, tus susurros,
Tus gemidos,
En todas partes.
Y que aun sabiendo que no son los tuyos,
Insisten en que estás aquí,
En que te quedaste.
Y mi alma repite tu nombre,
Como un mantra,
Para mantenerse en pie.
Me levanté con ganas de tenerte,
Y se me quedaron en ganas,
Porque tú, sin decir nada,
Habías decido que ya era suficiente.
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